lunes, 17 de diciembre de 2012

Excursión a Khao Kho Natural Park


El primer fin de semana aquí y ya hemos podido escaparnos a conocer la zona. Los alumnos de último año de la carrera habían organizado una excursión al Parque Natural de Khao Kho, y entre ellos también iban tres profesoras, una de las cuales nos invitó a unirnos. Así que, pese a que habíamos pensado ir el fin de semana a Sukhothai, preferimos retrasar este viaje y aprovechar la oportunidad.

Así que el sábado a las 7.30 vinieron a buscarnos, y pusimos rumbo al parque, que se encuentra  a unos 120kms al este de Phitsanulok. Después de una pequeña parada para tomar un café y un sandwichito, llegamos al complejo en el que nos quedábamos. Las presentaciones con el resto del grupo fueron un poco embarazosas…las profesoras casi tenían que obligar a los alumnos a que se presentasen, porque se morían de vergüenza, aunque luego les pillabas haciéndote una foto...




Dejamos las cosas y de nuevo a los coches para hacer la primera parada en una pagoda budista. Aparentemente, la diferencia entre esto y un templo, es que el primero no viven los monjes, según nos dijeron (si alguien dispone de más información que me lo confirme).






Lo de los gallos tiene una explicación; están ahí, en mi ciudad y en todos lados. ¿La razón? Al rey le gustan las peleas de gallos.

La siguiente visita fue a un museo de la armada y un memorial a los caídos. Resulta que esta zona se estableció como punto de defensa frente a ataques terroristas, que según entendimos eran comunistas de la zona, y sucedió hace unos 40 años. Tengo que documentarme un poco más al respecto.



Ya era la una, y se hacía tarde para comer, así que paramos en un sitio a pie de carretera, y  pude aprovechar para pedirme lo que hasta ahora ha sido el mejor plato: Pad Thai con cerdo (noodles fritos, salteados con dados de cuello de cerdo, acompañado por cacahuetes molidos y verduras). Por cierto, al parecer aquí se usan palillos solamente para comer noodles.

Sin sobremesa ni leches, de hecho fui el último en terminar…marchamos para las Sridit Waterfalls, lo más bonito visto en todo el día. La gente aprovechó para pegarse un chapuzón, pero todo el mundo con camiseta y pantalones, así que nosotros casi que nos quedamos al margen.








Con esto, la parte de excursión estaba hecha, así que de nuevo a la habitación a descansar un poco, hasta las seis de la tarde, que empezaríamos a cenar. Por cierto, no he dicho nada, pero la forma de conducir de aquí…bueno, supongo que las normas existirán, pero usarse poco (la línea continua está de adorno, y se inventan un carril central para adelantar…)

La cena debo admitir que estaba bastante trabajada, podéis ver la foto más abajo. Todo preparado por los alumnos, dejándonos algunos platos que picaban menos para que pudiésemos comer a gusto. La comida entre otras era:
  •           Pinchos de ternera, con chili, tomate, cebolla y piña
  •           Sopa de fruta.
  •           Una especie de ensalada de noodles.
  •           Pollo frito crujiente.
  •           Cerdo a la parrilla.




Mientras que la comida apenas duró 15 minutos, la cena se extendió básicamente hasta que se cerró el chiringo, y se añadió como postre mazorcas de maíz y plátano a la parrilla.


Aprovechamos para aprender un juego de cartas llamado “Pok Deng” (ป๊อกเด้ง). La idea es que te reparten dos cartas y tienes que ganar a la banca. El conteo es mediante suma de los valores, y cogiendo la última cifra de estos (es decir, tu jugada va de 0 a 9). Lo mejor es 8 o 9 en dos cartas, pero puedes pedir una tercera carta. Y si son del mismo palo te pagan 2 a 1. Y si tienes todo figuras 3 a 1…Bueno, es más o menos lo que saqué en claro. Si queréis más info, pinchad aquí.


Al siguiente día, la mala noticia fue que mi cámara dejó de funcionar, así que ahora una de mis preocupaciones es intentar resolver el problema, ya que está en garantía pero me tendré que pelear con los de canon. Esto ocurrió mientras veía al grupo tailandés montarse un desayuno de campeones, con los mismos pinchos de la noche anterior, arroz, sopas…no se estila mucho la tostadita con café…

Recogimos el tinglado y fuimos ya a la última visita de la excursión: wat phasornkaew khao kho. Se trata de otro templo, pero francamente impresionante. Echad un vistazo a las fotos. Todo lo interesante lo tiene por fuera, porque por dentro se reduce a una pequeña sala de oración. Salvando las obvias diferencias, me recordó en cierta medida al parque Güell…(básicamente por el tema de la decoración con trozos de azulejos).









Una vez recorrido todo el recinto del tempo, una pequeña parada para comprar algo de comida thai en unos puestecillos. Me enamoré de un snack, que consiste en plátano seco con algún tipo de mermelada entre medias. ¡Exquisito! De hecho la amable señora que me los vendió me hizo oferta de amigo, cuatro bolsas al precio de tres (100 THB – 2,55€). Así que khorb khun krap!

Y ahora sí que sí, de vuelta a casa, echando una cabezadita en el trayecto, que es la mejor manera de no pasar miedo. A la entrada de Phitsanulok paramos para comer, que ya era bastante tarde, y ha sido la vez que más me he gastado; un filete de cerdo a la plancha con bacon, queso, una pequeña guarnición de ensalada y cinco patatas fritas por el precio de 99 THB (2,50€)

Con esto, nos quedó la tarde de domingo para relax, colada y un poco de lectura. Y para incubar un pequeño catarro gracias a los aires acondicionados, para empezar bien la semana!

1 comentario:

  1. Vaya día más completito! Qué majos los tailandeses! A ver si aprendes a hacer comida tailandesa y cuando vuelvas nos haces algo!

    (Soy Sara, Coca-Cola)

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