Hace poco más de un mes que salí de Madrid, sin saber muy bien lo que me iba a encontrar en una ciudad de la que no había oído hablar en mi vida y en un país del que la falta de información era abundante. Y parece mentira.
Parece mentira la dimensión que coge el tiempo aquí, cómo en apenas un mes, estrechas amistades que sabes que durarán, cómo te acostumbras al lugar al que cuando llegué se me cayó el alma a los pies, y cómo aprendes de todo lo que te rodea.
Así que debo reconocer que es una de las mejores decisiones que he tomado nunca y por lo tanto quiero agradecer a los que desde el principio me animasteis a afrontarlo. No dudéis que estoy viviéndolo al máximo y que no ha habido un momento en el que me haya arrepentido de esta decisión. ¡¡Y lo que queda por delante!!
Como adelanto, os diré que huele a que haremos próximamente una escapada a Chiang Rai, y un viaje más trabajado a las playas del sur. Estaré para contarlo!!
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