¡Y Feliz Año Nuevo!

Como podréis imaginar, aquí también hemos podido disfrutar del puente de año nuevo, con lo que hemos organizado un viaje al sur de Tailandia. La idea al principio era haber ido a las playas de la zona de Phuket y Krabi, pero finalmente no pudo salir, con lo que nos dirigimos rumbo a Pattaya, una playa que se encuentra a unos 120kms de Bangkok.

El mejor medio de transporte en este país estoy convencido de que es el autobús, puesto que el billete a Bangkok no llega a los 8€ (304THB) y en 5:30h llegas, en un autobús cómodo, con aire acondicionado y con almuerzo incluida. Una vez en Bangkok, fuimos en una minivan hacia Pattaya, donde llegamos entorno a las 16h.

Estación de autobuses de Phitsanulok

Playa de Jomtien

De ahí al Hostel que teníamos reservado en la playa de Jomtien (la siguiente bahía pasado Pattaya). Aquí viene el primer contratiempo: al llegar, los rusos que regentan el lugar, aseguran que nuestra reserva estaba cancelada, porque no tenían más habitaciones disponibles, y con un triste "probad en el hotel de al lado" nos dieron por despachado. 

Buscando alojamiento por Jomtien

Así que 30 de Diciembre, cinco de la tarde, y sin lugar donde caer muertos. Hotel tras hotel, nos van diciendo que no hay nada disponible en la zona. La idea de marchar de nuevo a Phitsanulok o a Bangkok se va haciendo más factible, ya que parece complicado encontrar nada. Fuimos a uno de los más grandes de la zona, donde nos vuelven a decir que imposible, y después de estar sentados 10 minutos en recepción planteando la mejor opción posible, la recepcionista nos dice que hay una habitación grande, donde podemos meter camas supletorias, y estar la noche del 30, así que de cabeza! Solventado el problema de la primera noche, no podía ser de otra manera, nos dimos un bañito nocturno en la piscina del hotel, antes de salir a conocer la noche.

Vistas desde el hotel

Explicar el ambiente nocturno aquí es complicado. La Lonely Planet ya avisa que "Pattaya no se disculpa por la industria que le da de comer. Clubes de go-go, salones de masaje y bares de chicas de alterne ocupan varias manzanas del centro urbano y dejan en ridículo a los barrios rojos de Bangkok" y no puedo negar que no sea así, pero es el turismo que hay aquí, con lo que lo único que quedaba era disfrutarlo, y debo reconocer que es del todo curioso. Básicamente se trata de una calle peatonal (walking street) llena de gente de lo más variopinta, jóvenes y mayores, parejas y solteros, occidentales (muchísimo ruso) y asiáticos... y con bares de todo tipo a lo largo de ella, ofreciendo de todo, aunque cada vez es más la gente que viene por mera curiosidad, más que por el consumo de estos servicios, muy del estilo del barrio rojo de Amsterdam.

La mañana siguiente, lo primero era encontrar hotel para las dos noches restantes, y debo reconocer que desde recepción se portaron francamente bien, y después de llamar a 7-8 hoteles, nos consiguieron una habitación al lado. Así que por fin nos quitamos esa preocupación. El día pasó sin muchas más historia, y a eso de las 6 nos fuimos hacia Pattaya.

En un Baht Bus, medio de transporte principal (muy parecido a los Tuk-Tuk pero más grandes)

 

Era nochevieja, por lo que intentamos encontrar el restaurante más decente que se ajustase al presupuesto para intentar tener una cena decente; bueno, no fue como nochebuena, pero salimos del paso bien, y de aquí nos fuimos a la zona donde se iba a celebrar la cuenta atrás del año (por supuesto nada de uvas, pero sí se vieron los "globos" que les enciendes un fuego y se pierden por el cielo). Lo mejor fueron los varios apagones que fueron ocurriendo poco antes y poco después de las 12, así como la masiva cantidad de gente que había en la ciudad. Sin duda, una nochevieja diferente.

El día de año nuevo, sin dormir en exceso, quisimos conocer las playas que hay por aquí. En la ciudad apenas hay nada, playas muy pequeñas y sin mucho atractivo. Pero hay una isla llamada Ko Lan a unos 30 minutos en ferry, de la que hablan bien. Tiene varias calas, y no está mal, pero supongo que debido a las fechas, había demasiada gente, no estaban muy limpias, y el encanto del que se presume aquí era carente. La que estuvimos y el resto que pude ver, están llenas de tumbonas, que alquilas por 50-100THB todo el día. Bueno, no es el concepto de día de playa, pero un 1 de Enero de esta manera no creo que se repita nunca más, así que no oiréis quejas por mi parte!

De camino a Ko Lan

Tawaen Beach

Sangwan Beach

Samae Beach

Con esto, ya sólo quedaba la última noche, que se redujo a algo tranquilo, e intentar descansar un poco. La última mañana teníamos que conseguir salir de ese lugar, lo que no fue del todo fácil hasta que conseguimos comprar los billetes de autobús hasta Bangkok, y una vez aquí otro hasta llegar a Phitsanulok, qué caos de estación!

Con esto, se cerraba este long weekend, que se lleva muy buena nota, y sirve de preámbulo para próximas escapadas a destinos sin duda completamente diferentes. Espero que vuestros fines y comienzos de años hayan ido en grande!