Después de 9 horas de viaje en tan cómodo aposento (debo reconocer que la dormidina que me tomé me ayudó a pasar el trámite) llegamos a Surat Thani, donde nos recogió un Tuk-Tuk, hasta una agencia, en la que esperamos 45 minutos para que nos recogiese una furgoneta que no llevase a Krabi, otra agencia en la que esperamos una hora, otra pick-up nos cogió, avanzó 500 metros, y nos dijo que montásemos en un tuk-tuk, cuyo conductor estuvo esperando hasta llenarlo, para dejarnos en el paseo marítimo de Ao Nang. Sí, así funcionan en Tailandia. Y por fin, cogimos el último tuk-tuk que nos acercó hasta el
Glur Hostel, en el que pasaríamos las siguientes cuatro noches.
Después de hacer el check-in y pedir algo de información acerca de la zona, bajamos nuevo a la playa con el fin de coger un barco de nuevo para ir a Railay Beach (100THB cada trayecto). Esta zona es una península cercada por montañas, a la que tan sólo se puede acceder por barco. Tiene varias playas; Ton Sai, West, East y Pranang (las que descrubriríamos el último día de viaje). Además, es uno de los destinos preferidos para escaladores. Nosotros fuimos a la West Beach, donde nos echamos una buena siesta, y paseamos hasta asomarnos a la Ton Sai Beach. A las 18.00 cogimos la última barca para volver a Ao Nang.
|
West Beach - Railay |
|
Ton Sai Beach - Railay |
|
Ao Nang Beach |
Esa noche tocaba descansar para poder madrugar el día siguiente.
La razón por la que madrugamos, es porque no apuntamos para hacer el tour de las islas Phi Phi. El
tour incluía 8 puntos de visita, que combina playa con snorkel, y a nosotros nos salió por 1000 THB, porque por lo general en los hostales tienen algún tipo de descuento (el precio de la web son 1800). Las sensación que me llevé, y que fue generalizada, es lo que pasa siempre con estas excursiones organizadas. Por supuesto es bonito, pero con el tiempo tan estructurado, apenas puedes disfrutar de lo que más te gusta, si quieres estar más en un sitio que en otro, y además, es mucha gente haciendo lo mismo. La alternativa para las Phi Phi, es coger un ferry, para intentar pasar el día entero allí. Otra opción, es olvidarte de lo famoso, y apuntarte al tour de las
Hong Islands (disponible en barco rápido, y el longtail boat, al que puedes añadir la opción de kayak). Nuestra intención era hacerlo el día siguiente, pero la sensación con esta compañía, debido a ciertos problemas que surgieron durante el día, no fue muy buena y no quisimos repetir, y finalmente se quedó fuera de los planes.
|
Hacinamiento máximo |
|
Bamboo Island |
|
Lohsamah Bay (snorkel 30min) |
|
Pileh Bay (sencillamente entrar y salir) |
|
La famosa Maya Bay, la de la película |
Una de los percances que tuvimos en el viaje fue una pequeña caída (a parte de los motores de la lancha con la dirección rota), que dejó una muñeca un poco fastidiada. A raíz de eso, una familia española con la que habíamos estado charlando, y que eran todos ellos personal sanitario, nos echaron una mano en el diagnóstico, que no fue a más. Compartimos con ellos unas cervezas viendo la puesta de sol y nos fuimos al hostel. Ya por la noche, bajamos de nuevo a la zona con un poco más de marcha para conocerla, tomar algún refrigerio y hacer alguna hippie compra.
|
Chapuza en la dirección. Pisaban las cuerdas para mover los motores |
Al día siguiente, y puesto que habíamos cancelado el tour, decidimos alquilar de nuevo unas motos para poder conocer la zona mejor. Pusimos rumbo norte, pasando por Hat Noppharat Thara, donde nos pegamos un baño, y rodeamos el parque natural que hay allí para llegar a de nuevo a la costa. Nuestra última parada fue Tup Kaek (no estoy seguro de cómo se escribe); una playa prácticamente desierta, donde descansamos y estuvimos hasta que se puso el sol.
|
Noppharat Thara Beach |
|
Tup Kaek |
Una vez de vuelta en Ao Nang, nos preparamos para cenar y salir, aprovechando que era viernes, y también celebrar de paso el cumpleaños de Cassandra.
En nuestro último día de vacaciones, nos dividimos, y mientras unos se quedaron descansando, el resto nos fuimos de nuevo a Railay, lo que en mi opinión fue una decisión muy acertada. En vez de quedarnos en la playa del primer día, cruzamos hasta la East Beach, y fuimos hacia el mirador. Por el camino nos encontramos con unos monos muy majos que por supuesto aceptaban toda comida que quisieras darles. Subimos pues al mirador, a donde se tiene que acceder prácticamente escalando. Una vez arriba, las vistas son impresionantes. Desde aquí también se puede ir al lago de la princesa, al que el acceso es más complicado aún, pues se trata de 3 pequeñas paredes completamente verticales de unos 3 metros de altura. De aquí, marchamos a la Pranang Beach, una de las mejores en las que he estado. Apenas quedaba tiempo, así que tuvimos que coger el bote para marchar a Ao Nang y descansar lo máximo posible para afrontar el viaje de vuelta a Phitsanulok.
|
En mototaxi para bajar a la playa (con la compra del amable conductor) |
|
Diamond Cave |
|
East Beach (prácticamente inexistente) |
|
Subida al mirador |
|
Viewpoint |
|
Bajada a la Lagoon Cave |
|
Lagoon Cave |
|
The pennis cave |
|
Prangang Beach |
El domingo sólo dio tiempo a levantarnos tarde, comer algo y coger la furgoneta a las 3 de la tarde. Fuimos a la estación, donde esperamos una hora, de aquí a Surat Thani, a esperar de nuevo, y finalmente a Bangkok (Khaosan Road). Taxi a la estación, y billetes para las 6.30 hacia Phitsanulok, donde llegamos a las 12.00. Y como somos chicos responsables, fuimos a la universidad, pero eso ya es otro cantar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario